domingo, 29 de abril de 2012

Las puertas de Colmenares.


Quise agradecer el comentario que ha hecho un anónimo lector sobre la entrada titulada Blanco y Sepia, del 11 de abril del 2011, pero mis manazas dieron en la tecla de spam sobre mis propios comentarios, y ahora estoy auto censurado en mi propio blog.

Trata de una de las puertas centenarias más bonitas y enigmáticas que se conservan en nuestra ciudad. No pongo foto, pues así obligo al curioso a ir a verlas, y sobre todo a ver el vergonzoso y lamentable estado de conservación a que se ven sometidas. Están al principio de la calle Colmenares, frente al lateral del hotel, bajo un eterno andamio y cubiertas de mierda y basura.

Quise también escribir sobre su romántico significado. En la hoja de la derecha aparece tallado de busto un caballero de grandes mostachos que nos mira enigmático, que hace juego con otro de una dulce dama en la hoja de la izquierda. Bajo ambos retratos, un medallón con un ave fénix, símbolo de inmortalidad y renacimiento.

¿Promesa de amor eterno? ¿memento de una muerte o dolorosa separación? ¿compromiso de nunca olvidar al ser querido? En cualquier caso, un buen argumento para una novela.

No escribí, pues no pude  investigar. Y sería sencillo averiguar quien construyó la casa y si hay alguna noticia sobre el caso en los archivos municipales. Desde aquí invito al que disponga de tiempo y curiosidad a hacerlo.

Me comprometo a dar noticia si algo encuentro, y desde luego doy mi más enérgica repulsa a que se pierda inexorablemente otro  pequeño misterio con encanto, de los que nos quedan tan pocos.

Harto estoy de denunciar la ignorancia y dejadez imperantes.