lunes, 16 de febrero de 2015

Plenilunio en París.

Cien millones de perdones pido a los seguidores del blog por no atenderlo, pero puñetas de carácter personal me quitan ánimo e ideas para escribir.
Bueno.
Pese a lo romanticón que suena el título de la entrada, no va de "desayuno con diamantes". Va de que de nuevo tenemos exposición del ya ciclo "Plenilunio de primavera", esta vez en la increíble París, nada menos que en la Madeleine, templo romano donde los haya en plena Galia a pesar de Asterix .
Ya funciona desde el día 12 y hasta el 20 de marzo, para el que busque ver nuestros queridos cacharros de rezar en tan imponente marco, o una escusa para tomar un cruasán bajo la luminosa lluvia parisién.  
Todo tras la patada que nos dieron los del Louvre, que tras tener el chamizo apalabrado, nos echaron con una sonrisa desdentada tras comprobar que la exposición era de carácter religioso. Que agudeza! además teniendo en cuenta que en nuestra Europa tirando a meridional, casi todo lo cultural pasa por lo católico; siguiendo esta pauta, los del Louvre deberían poner en la calle un porcentaje enorme de sus fondos y hasta el escobero  de la señá de la limpieza, que tiene una estampita pegada con celo.
Qué gilipoyuá.
Pero nuestros aguerridos galos.. perdón...paisanos Alonso Ponga y Pilar Panero no se dieron por vencidos, y tomando un chupito de  Poción Mágica, conquistaron el citado templo y aquí tenemos de nuevo nuestro plenilunio luciendo en lo más importante del mundo mundial. En la foto salen los de siempre, nuestros amadísimos prebostes y algún tragabocatas que estaba por ahí, pero el mérito es de quien es.
Pongo la foto del cartel de la puerta de la exposición, porque es mío y  por eso me parece muy bonito.
Aurevoire o como se diga.