Quise agradecer el comentario que ha hecho un anónimo lector sobre la entrada titulada Blanco y Sepia, del 11 de abril del 2011, pero mis manazas dieron en la tecla de spam sobre mis propios comentarios, y ahora estoy auto censurado en mi propio blog.
Trata de una de las puertas centenarias más bonitas y enigmáticas que se conservan en nuestra ciudad. No pongo foto, pues así obligo al curioso a ir a verlas, y sobre todo a ver el vergonzoso y lamentable estado de conservación a que se ven sometidas. Están al principio de la calle Colmenares, frente al lateral del hotel, bajo un eterno andamio y cubiertas de mierda y basura.
Quise también escribir sobre su romántico significado. En la hoja de la derecha aparece tallado de busto un caballero de grandes mostachos que nos mira enigmático, que hace juego con otro de una dulce dama en la hoja de la izquierda. Bajo ambos retratos, un medallón con un ave fénix, símbolo de inmortalidad y renacimiento.
¿Promesa de amor eterno? ¿memento de una muerte o dolorosa separación? ¿compromiso de nunca olvidar al ser querido? En cualquier caso, un buen argumento para una novela.
No escribí, pues no pude investigar. Y sería sencillo averiguar quien construyó la casa y si hay alguna noticia sobre el caso en los archivos municipales. Desde aquí invito al que disponga de tiempo y curiosidad a hacerlo.
Me comprometo a dar noticia si algo encuentro, y desde luego doy mi más enérgica repulsa a que se pierda inexorablemente otro pequeño misterio con encanto, de los que nos quedan tan pocos.
Harto estoy de denunciar la ignorancia y dejadez imperantes.
Hola,
ResponderEliminar¡Mil gracias por el comentario! Soy el anónimo que escribió, porque me duele el alma y se me parte el corazón cuando al salir de casa, en esta misma calle, tengo que cruzarme con semejante desatino. La casa tenía arquerías interiores de tipo mozárabe (ignoro qué habrá sido de ellas...)y la fachada aún espero que se dignen a hacer los pisos que llevan tiempo diciendo. Yo querría investigar pero no sé por dónde empezar, pues tengo idea de que además había antes aquí un chalet, según alguna mujer mayor que por aquí vive, pero doy vueltas sin sentido en la red en su búsqueda.
En cuanto al matrimonio, eso me imagino yo, también anhelo saber quién son y su historia.
De momento, me conformo con que usted se haya acordado de estas preciosas puertas dejadas de la mano del hombre. Y si al menos alguien más lo lee y se acuerda de acercarse, mejor.
Gracias de nuevo
Estimado Anónimo.
ResponderEliminarLa calle de Colmenares se abrió a finales del siglo XIX, al demolerse el convento de Jesús y María de monjas franciscanas, que ocupaba ese solar. Hasta entonces esa zona era casi todo traseras de huertas conventuales que llegaban hasta el Campillo.
El patrón de aquel convento era el conde de Polentinos, que se apellidaba Colmenares, con lo que la calle heredó el nombre. Probablemente fue una manera de hacerle la pelota al conde por parte del Ayuntamiento por ceder los terrenos, aunque no he podido documentar tal extremo.
Si hubo algún chalet antes en el solar, no lo sé, pero no pudo durar mucho, pues no hay gran lapso entre el derribo del convento y la construcción del edificio actual.
Yo no puedo en un par de meses por cuestión de trabajo, pero si, según se explica usted quiere investigar, mire si sobre la puerta hay alguna fecha, cosa habitual en la época. Sabiendo la fecha y el número de la casa, sabrá en que año vivió la parejita de la puerta, que seguro fueron los dueños, y podrá ir al archivo de san Agustín a que le asesoren dónde tiene que consultar para averiguar nombres y apellidos.
Si tiene la suerte de conseguirlos, y tiempo, pues a hemerotecas a ver si existe alguna historia...
Ese sería el procedimiento.
No sabe usted la alegría que me da que haya conciudadanos con su actitud.
Mi enhorabuena.
Buenos días,
ResponderEliminarAquí estoy de nuevo. Durante este tiempo, bueno, sólo me llevó unos días, no he podido encontrar nada. Nada a qué aferrarme para animarme a ir al archivo de San Agustín, porque no he descubierto nada que no supiera antes, excepto en que están pintados encima de la puerta los números 4 y 6. Eso luego supe que era una perogrullada, pues en el proyecto que presenta una inmobiliaria para construir un bloque de pisos figura claramente la dirección "Colmenares 4 y 6". De ahí intenté sacar qué hubo a partir de hemerotecas digitales, y supe que enfrente había una granja de ¿visones? o un animal semejante y en dichos números un taller ¿anterior al existente antes de su abandono? No terminé de aclararme porque daba vueltas sin sentido por la red, así que pronto abandoné.
Si hay alguien que esté leyendo esto y sepa algo más de lo que actualmente he conseguido, ¿me haría el favor de comunicármelo?
Por otro lado, animo a la gente curiosa de esta ciudad a que se fije cuando pasea estos días de verano, y siempre que no le pegue el sol justiciero, en aquellos portales de madera que vean en las casas decimonónicas (o "antiguas", para muchos), porque en sus formas verán máscaras de teatro, musas, cabezas de monstruos, grifos o parejas que bien podrían ser las de esta puerta a la que inicialmente nos referimos. La mayoría de los días alzo la vista al "engendro" que mira en una puerta de Miguel Íscar, uno en cada hoja, con los ojos vueltos a derecha e izquierda según el lado. Da cierto miedo, la verdad, pero merece la pena fijarse.
¡Saludos y gracias por su enhorabuena!
Amigo Anónimo.
ResponderEliminarAnte su entusiasmo y afición, intentaré ponerme en contacto con algún amigo del Archivo, a ver si nos arroja algo de luz...
Tengo un buen archivo fotográfico de puertas art deco y modernistas de nuestra ciudad, y efectivamente, hay figuras sorprendentes.
Son un museo al aire libre aquellos edificios que nuestra generación llamábamos simplemente "casas viejas", pero que, andadas las décadas, para nuestros jóvenes estudiantes empiezan a ser obras de arte.
Mande usted a un ebanista hacer una puerta de aquellas, si encuentra uno que sepa alcanzar la calidad de las que cita de la calle Miguel Iscar, y cuando vea el presupuesto le recomiendo que tenga una silla cerca.
y no la va hacer ni parecida.
Si encuentro algo, lo publicaré.
Un saludo y gracias de nuevo